En estos últimos días, los ciudadanos medianamente informados e instruidos gracias a muchos desvelos sobre la realidad política en Baleares, hemos asistido entre asqueados, hastiados, avergonzados, vejados, humillados, ultrajados, afrentados y agraviados al nauseabundo, repugnante, inmundo y repulsivo espectáculo representado por la rama política de la organización clientelar UM en el Consell Insular de Mallorca.
Tal y como mi buen amigo Miguel Carrasco ha dicho en otro lugar, la ruptura del pacto por parte de UM es un golpe de estado perpetrado contra la voluntad política de persecución y desmantelamiento de las redes de corrupción que saquean el erario y depredan, a todos los niveles, el patrimonio y el capital de la ciudadanía.
El momento elegido para consumar el “putsch caciquil” por el ala política que representa al movimiento ideológico de la diestro-corrupción en Mallorca no es ni mucho menos casual. Se ha realizado, por resumirlo muy brevemente, aprovechando por un lado la tesitura de la nueva cúpula de la Partida Popular balear de ideología indefinida y flexible, dependiendo de la conveniencia económica de la causa, pero con una marcada inclinación transaccional, y corte, estilo y talante sicilianos adaptados a nuestras latitudes, abierta de brazos y piernas a nuevos y rentables pactos que les permitan, de nuevo, meter la mano, el brazo y la pala en el erario para recuperar el tiempo perdido y convertir otra vez las instituciones mallorquinas en las cuevas de Alí Babá con sus innumerables ladrones.
Por otro lado, se ha aprovechado el momento de más baja forma, por diversos motivos, del PSOE para evitar que pase por las cabezas de la izquierda la convocatoria de unas elecciones anticipadas susceptibles de dar la mayoría absoluta a la coalición progresista sin necesidad de tener que comprar los apoyos de la bisagra del toma y daca al mejor postor.
Y ahora llega el momento de la reflexión, la entereza, el valor, el trabajo y el entusiasmo para tomar las decisiones adecuadas y ejecutarlas.
Tal vez, la medida más acertada para los partidos de izquierda sea la de la total y absoluta transparencia y, desde un ejemplar, honorable y cabal ejercicio de responsabilidad, convocar elecciones anticipadas explicando a los cuatro vientos, con toda la maquinaria operativa, sin complejos y con todo lujo de detalles, a la ciudadanía las maniobras y chantajes con los que la trama golpista ha querido secuestrar la democracia en nuestra tierra haciendo imposible la necesaria estabilidad de las principales instituciones de nuestra comunidad.
Considero necesario aprovechar el momento en el que tanto la Partida Popular como la organización clientelar UM están debilitadas por los sangrantes e innumerables escándalos de corrupción y tráfico de influencias y lanzar el envite definitivo.
Si se deja pasar el tiempo y se juega en el campo de las redes clientelares que es el de la transacción, los dimes y diretes y el pacto secretillo pero a voces para mantener con pinzas el tinglado de un gobierno apuntalado por sus principales enemigos en espera de asaltarlo cuando el botín sea más sustancioso y fácil de gestionar, la izquierda no hará sino dar cancha y ventaja a los corruptos en un terreno donde son especialistas a fuer de sin escrúpulos ni objetivos más allá de la inmanencia del dinero y el poder por y para sí mismos.
Tal vez la izquierda pueda beneficiarse de la energía negativa del ataque contrario para revertirla contra el ofensor y derribarle haciendo presa definitiva.
Quizás sea éste el momento del “ahora o nunca” para conseguir una mayoría absoluta progresista en Baleares aprovechando que el adversario ha planteado un escenario en el que la opción que menos posible considera, unas elecciones anticipadas, es precisamente la que más daño y sorpresa podría provocarles.
Sin lucha y riesgo no hay ni gloria, ni honra perdurable, ni, seguramente, virtud y, además, en todo caso, siempre es mejor una derrota honorable y democrática de la que se salga reforzado que unas victorias siempre circunstanciales y provisionales que desgastan la imagen, corroen los ánimos y carcomen el espíritu.
EN CUALQUIER CASO Y SIEMPRE, QUE DECIDAN LOS CIUDADANOS A LOS QUE SE DEBE HACER LLEGAR VERAZ Y PROACTIVAMENTE LA INFORMACIÓN.
2 comentarios:
Em fa l'efecte que demanes massa a l'esquerra de ca nostra. Si la decisió l'ha de prendre n'Antich, ja te'n pots oblidar de reaccions fulminants. El cap i a la fi, la situació actual és, en bona part, resultat de les seves constants manques de decisió. Llàstima!
Tengo, no solo la esperanza sino la firme convicción de que la izquierda en Mallorca somos algunos más que Antich y los diversos grupos de indecisos patológicos a los que aludes. Se trata de hacerles escuchar la voz de a disensión para empujarles a la acción.
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