En “El concepto de representación” un trabajo clásico sobre el tema, la profesora emérita de teoría política en Berkeley Hanna Pitkin describe diferentes formas de entender la representación haciendo especial énfasis en que ninguna de ellas por sí sola puede dar cabida a la variedad de significados que encierra, siendo esta, más bien, concretada por una composición de dichas maneras de definirla. Según H. Pitkin se pueden identificar cinco grupos de concepciones de la representación:
1 – REPRESENTACIÓN COMO AUTORIZACIÓN. Perspectiva desde la cual, representar significa exclusivamente actuar en nombre de otra persona o entidad que ha autorizado al representante y que asume las consecuencias de esa actuación.
Desde este enfoque podríamos señalar, aunque soy consciente de la polémica que desataría esta afirmación en caso de que los militantes del PP tuviesen valor, argumentos, interés y aptitudes como para participar asidua y activamente en blogs y redes sociales, que ni Carlos Delgado ni la partida popular son mis representantes puesto que no los he votado, no actúan en mi nombre, no los respaldo ni moral ni racionalmente (si es que alguien considera todavía que moral y razón son cosas diferentes) y me niego, por tanto, a asumir las consecuencias de sus obras o de sus omisiones.
2 – REPRESENTACIÓN COMO RESPONSABILIDAD O RENDICIÓN DE CUENTAS. Perspectiva que equivaldría a ser responsable de los actos realizados en nombre de otro al que se deben rendir cuentas ante él y ante terceros.
Resulta evidente que nadie en el consistorio ha asumido ninguna responsabilidad, hasta el momento, por la continua incuria y apatía hacia el Bien Común y por la constante instrumentalización de la gestión municipal a favor de determinados intereses personales o clientelares. De rendir cuentas en el sentido de dar explicaciones sobre las diversas actuaciones o el fomento de la participación ciudadana en la elaboración de las decisiones ya ni hablemos.
3 - REPRESENTACION COMO CORRESPONDENCIA (REPRESENTACION DESCRIPTIVA). La representatividad nacería del hecho de compartir determinadas características entre representado y representante, lo que justifica que este actúe en nombre de aquel.
No comparto ninguna característica ni ideológica, ni política, ni ética, con Carlos Delgado salvo el hecho de estar empadronados en la misma comunidad autónoma (porque lo de residir en el municipio hace mucho que finalizó para él).
4 - REPRESENTACIÓN COMO IDENTIFICACION SIMBÓLICA. Se basa en una
Huelga decir que el sujeto no provoca en mí ninguna simpatía ni por sus actuaciones ni por su contenido ideológico, aunque debo reconocer que es un interesante espécimen para estudiar, pero esto no conlleva componente emocional alguno.
5 - REPRESENTACIÓN COMO ACTUAR EN BENEFICIO DE OTRO (REPRESENTACIÓN
¿Cuándo ha actuado algún miembro de la partida popular en el consistorio guiado por los designios del Interés General? ¿Cuándo se han atendido las necesidades y demandas ciudadanas de mayor incumbencia?
Para concluir y en base a lo anteriormente expuesto creo que puedo argumentar con razones sólidas (que tal vez alguien desee discutir) mi siguiente afirmación:
Dado que el fuero le viene al alcaldito con ínfulas por su condición de representante de la ciudadanía y dado que esta representación es nula, en todas sus acepciones, por lo que a mí respecta, tal y como brevemente he señalado más arriba, puedo afirmar con toda razón, tranquilidad de conciencia y contundencia que ESTE SUJETO ES UN DESAFORADO.
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